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La empresa social, un concepto rentable y con impacto

Por Álvaro Carrenque, administrador de empresas y apasionado por servir


Muhammad Yunus, premio Nóbel de paz

Durante mucho tiempo en mi carrera (administración de empresas) me pregunté: ¿qué haré cuando me gradúe? La respuesta fue clara cuando llegué a la materia “responsabilidad social”. Todo hizo click y vi que por ahí era el camino. Decidí empezar a involucrarme en temas sociales que tuvieran que ver con la administración: responsabilidad social empresarial, sostenibilidad, creación de valor compartido, emprendimiento social, etc. De esta forma, he venido desarrollando mi carrera profesional en estos temas. Hoy en día trabajo en gestión estratégica en una de las fundaciones más grandes y reconocidas del País. Fue aquí donde me encontré con el concepto de empresa social, una de las mejores formas de crear valor de forma sostenible. Este será el tema de mi artículo.


Hoy en día es muy común encontrar personas pidiendo limosna en los semáforos y en las esquinas de la ciudad. A veces son niños, otras veces ancianos y hasta mujeres con niños en sus brazos. De igual forma, nos encontramos representantes de fundaciones y organizaciones no gubernamentales con sus chalecos y carpetas, buscando conseguir donaciones de parte de los transeúntes. Sean limosnas o donaciones, la verdad es que no sabemos qué impacto tendrá el dinero que les demos, cuánto les durará y en qué será invertido. Además, es muy probable que nos volvamos a encontrar a estas mismas personas dentro de unos días en la misma situación. ¿Qué pasó con el dinero que les dimos? ¿Por qué no cambió su situación? Estas son preguntas que de alguna forma demuestran que este no es el mejor uso del dinero.


Muhammad Yunus, ganador del Premio Nobel de la Paz en el 2006, nos propone una mejor manera de usar nuestro dinero. Se podría decir que Yunus parte de la idea de “reciclar dinero” a través de la creación y del desarrollo de “empresas sociales”. En términos simples, una empresa social es un negocio, es decir, un proyecto que busca ser rentable, pero que busca tener algún tipo de impacto social positivo. Su razón de existir es impactar positivamente la sociedad y al mismo tiempo ser financieramente sostenible, buscando ayudar a la mayor cantidad de personas posible.

Según Yunus, la gran diferencia con una empresa normal, es que el excedente o las ganancias de una empresa social, se reinvierten en el negocio, buscando siempre aumentar el impacto social. Coloquialmente, la empresa social se podría explicar como un proyecto social “sin ánimo de lucro, pero sin ánimo de pérdidas”.


Un ejemplo de este tipo de empresas que emprendió Yunus fue el “Grameen Bank”, una organización enfocada en dar microcréditos a personas vulnerables. La misión del proyecto era muy clara, dar acceso a crédito a personas vulnerables no bancarizadas que necesitaran pequeñas cantidades de dinero para sacar sus negocios adelante y así salir de la pobreza. Yunus, decide prestar dinero a estas personas y cobrarles intereses, haciendo de esto un negocio, como podría hacerlo cualquier banco interesado en microfinanzas. Sin embargo, las utilidades de este negocio, Yunus las empezó a usar para prestar más dinero y darle oportunidades de crecimiento a un mayor número de personas. Esta es la gran diferencia. Esta es la firma de la “empresa social”.


De esta forma es que se recicla el dinero. Ese peso que se dona o invierte hoy en “x” proyecto social, ayuda a muchas personas y no se acaba. En los casos exitosos, el dinero no solo se recicla, sino que se multiplica y termina ayudando a muchas más personas. Yunus nos invita a que no tengamos miedo de ayudar a las personas más necesitadas, pero a que lo hagamos de forma eficiente y sostenible, buscando siempre un mejor uso de nuestros recursos y un mayor impacto en la sociedad.

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