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Empática, ambidextra y con memoria selectiva: así es una empresa en la era de la post-innovación

Actualizado: 5 abr 2021

*Del libro Voces diversas y disruptivas en tiempos de Revolución 4.0. Capítulo 3


Parte 1 Por: Sergio Zúñiga, Cofundador de Velara, amante de hacer sus propias cervezas en casa. No hay empresa que no innove hoy en día, es difícil encontrar organizaciones que no manifiesten que lo hacen. La palabra de moda, desde hace algunos años ya, es innovación. Desde las empresas más pequeñas, hasta multinacionales aseguran que su diferencial es “la innovación”. Cuando se utiliza de manera repetitiva un término, por un lado se vuelve trillado y por el otro pierde significado. Paradójicamente las empresas más innovadoras del mundo (Salesforce, Amazon, Tesla, etc.) no se autodenominan “innovadoras”, ellas crean punto. Si bien es un concepto ambiguo y mal utilizado, ha tenido bastante acogida, Tom Kelly de IDEO en el libro las 10 caras de la innovación nos dice que “la innovación es el alma de toda empresa”(Kelly y Littman 14)”se puede interpretar de muchas formas y así lo ha hecho todo el mundo, desde la época de Schumpeter hasta el famoso artículo de 2008 sobre liderazgo e innovación de McKinsey.

Justamente durante esas décadas, la innovación fue considerada como un dominio exclusivo de aquellas empresas con presupuestos ilimitados para I+d+i, con grandes laboratorios, con los científicos egresados de las mejores universidades del planeta, produciendo conocimiento endémico que ninguna otra empresa, a menos que invirtiera las mismas cantidades de dinero, podría llegar a tener. Pero ¿Qué hace que Elon Musk (CEO de Tesla, ¡este señor es de otro nivel!, sus discusiones hoy en día incluyen quién es el dueño de Marte, sí el planeta) en 2014 le diga al mundo “todas nuestras patentes te pertenecen”? ¿Por qué aquello que se consideraba el secreto máximo de una empresa, ahora puede estar al alcance de cualquiera sin ser judicializado por plagio? En el blog de la compañía Musk lo responde claramente: “Tesla Motors se creó para acelerar el advenimiento del transporte sostenible, si despejamos el camino hacia la creación de vehículos eléctricos convincentes, pero luego colocamos minas explosivas en la vía para bloquear a otros, estamos actuando de manera contraria a ese objetivo”. Esta frase justamente demuestra que el mundo no está cambiando, sino que cambió y ya no se trata de “innovar”, se trata de crear, de soñar, de generar ideas y de que estas pueden venir de cualquier lado, se trata de ser originales, de buscar consenso, de tener un propósito superior, de buscar la sostenibilidad, de olvidar los viejos paradigmas, de derrumbar las jerarquías, de abrirse al mundo, de destruir silos, de actuar como humanos y no como máquinas, de construir un mundo mejor, de crear tecnologías responsables, de no creer que uno solo se las sabe todas, de ser humildes y de reconocer que hay talento afuera de los dominios propios, de ser incluyentes, de celebrar la imperfección (en su cuenta de Instagram Musk, sin ninguna vergüenza, muestra los varios intentos fallidos que ha tenido su otra empresa SpaceX para crear un cohete espacial que sale y aterriza autónomamente en la tierra) y así mismo los aciertos. Estamos en la era de la Post- Innovación y para esto las empresas deben adaptarse rápidamente para sobrevivir o por lo menos mantenerse relevantes. Ahora, estas adaptaciones pueden ser complejas, así como algunas especies se adaptan y sobreviven al entorno y sus cambios, el “darwinismo empresarial” ha demostrado que la destrucción de viejos modelos de negocio han generado otros nuevos (Cooper 143),y acá es donde aparecen los típicos ejemplos de lo que le sucedió con Kodak (que no ha desaparecido del todo, de hecho se están reinventando a través del uso de tecnologías distribuidas y nuevos modelos de negocio como el cada vez más popular “Initial Coin Offering-ICO”) Blockbuster, Nokia, etc. Esta nueva perspectiva empresarial en la era de la post-innovación combina disciplinas como psicología, antropología, sociología, diseño, economía, biología, aún así no confinado a estos, es incluyente por ende toma en cuenta la perspectiva de todos. Es una perspectiva humilde y redentora, libera la creatividad y por ende es aprovechada por aquellas compañías que entienden estas nuevas dinámicas. Este nuevo paradigma permite la apertura mental hacia las nuevas ideas, abre los ojos al universo y sus posibilidades, reforzando aquellos valores humanos en los que la colaboración es clave para lograr el objetivo, de nuevo, no son máquinas las que logran el cambio, son las personas.

La vida es corta y esto lo deben entender las empresas, por lo tanto deben darle la oportunidad de explorar y de crear a sus colaboradores, además es divertido, por lo tanto reduce el estrés, esto ya es una ganancia en sí misma. Pero, ¿Cuáles son las adaptaciones mínimas que debe tener una empresa para sobrevivir en la era de la post- innovación? Si bien una empresa es un sistema complejo, cuyo entorno es difícil de predecir (no hay que olvidar que hasta Bill Gates ha hecho malas predicciones, en 1994 aseveró que el potencial comercial de internet sería pequeño durante los siguientes 10 años, Business Insider 2016), por lo menos se puede entender cómo funcionan actualmente las empresas más creativas y cuales han sido esos cambios en su “ADN” que les permite dominar su entorno hoy en día.

Empatía

Según el diccionario de la lengua española (Real Academia Española, 2017), empatía significa: 1. f. Sentimiento de identificación con algo o alguien.

2. f. Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.

Es decir, ponerse en los zapatos del otro. Las empresas más creativas generan ideas, conceptos y productos relevantes a través de la empatía. Sus procesos de creación inician con el cliente y terminan con el cliente. Es muy difícil resolver un problema si no se vive con él y estamos acostumbrado en las empresas tradicionales a que una unidad, normalmente la de negocios, tienen la necesidad de desarrollar un proyecto que considera es estratégico para la empresa, luego la entrega al equipo de desarrollo, este interpreta la necesidad y entrega lo que considera será un proyecto ganador, esto es un proceso desarticulado y en ningún momento tuvo en cuenta al cliente, nada más y nada menos a la persona más importante en todo el proceso. Los emprendedores actualmente son excepcionales generando este proceso de empatía. Esto se debe en gran parte a que la mayoría de procesos de aceleración de negocios enseñan metodologías de “descubrimiento de cliente”, en donde se deben identificar problemas reales de personas reales. En el libro el Punto Ciego de la Innovación de Ross Baird (Baird 7), describen cómo un inmigrante haitiano, Jerry Nemorin, creció sin que su familia tuviera posibilidad alguna de acceder a créditos a través del sistema financiero tradicional por su condición de expatriados. Habiendo vivido con este problema toda su vida, Nemorin pensó en la posibilidad de comprar la deuda de miles de personas como él, de ayudarles a reestructurarla y a recuperar su salud financiera, es entonces como nace LendStreet, una de las startups de inclusión financiera con mayor crecimiento de los últimos años en el mundo. A través de la empatía, LendStreet ha logrado resolver los principales dolores de cabeza que tienen las personas excluidas del sistema financiero y darles un nuevo comienzo. Ahora, la empatía va de la mano con la “originalidad”, y si bien existe el debate si las personas nacen con rasgos creativos o los pueden desarrollar, a la fecha no hay un consenso de cuál respuesta es la correcta. Muchas empresas caen en el error de crear oficinas semejantes a las de Google, esperando que espacios abiertos y modernos hagan por si mismos el milagro. Una vez más, se trata de tener a las personas adecuadas haciendo lo que les apasiona, crear, los que van a hacer que ese milagro ocurra. En libro Los Originales de Adam Grant se habla que hay dos formas de tener éxito: siendo conforme y haciendo siempre lo mismo o desafiando el status quo haciendo las cosas de manera completamente diferente. Combinando algunos conceptos de este libro y algunos elaborados propios del autor de este capítulo a lo largo de sus 11 años de carrera en emprendimiento, se identifican algunas características de las personas empáticas y creativas:

- Son personas inconformes y “quejetas”, se quejan con argumentos, todo lo cuestionan y es porque no ven en el mundo aquello que consideran debería existir para crear un mundo mejor. Pero no solo se quejan, también hacen, no les importa saltar cualquier cantidad de obstáculos para obtener el resultado de aquello que idearon.

- Son humildes, saben que las personas que se las “saben todas” no aprenden, que la experiencia hace al maestro, pero no genera novedades, de manera que siempre están en un estado Beta de mejoras, aprendizajes y apertura a lo nuevo.

- Practican el Vuja De, es decir, en vez del Deja Vu que todos conocemos donde decimos “esto ya lo he vivido”, ven las cosas cotidianas como si nunca la hubieran vivido, lo conocido siempre visto de una forma diferente.

- Generan muchas, muchas ideas, todo el tiempo, esto ya que no todas las ideas que se producen son buenas, acá se trata de ganar por volumen! ¡A alguna le pegan!

- Cuentan con un agudo sentido de la oportunidad, ven oportunidades todo el tiempo.


- Son muy observadores, parecen antropólogos, detallan cómo se comportan los demás, que les gusta, que no, cómo viven, etc. se ponen en sus zapatos para tratar de idear cómo mejorar sus vidas. Saben que todas las personas son dinámicas y buscan un estado de vida preferencial, su obsesión es descubrir cuál es ese estado.

- ¡Son moderados!, saben que ser demasiado original puede no ser entendido por la gente en un primer instante, pero ser muy trillado también los saca de la zona de innovación, de manera que saben encontrar el equilibrio entre demasiada creatividad y muy poca.

- Son muy positivos, pero tampoco creen demasiado en sí mismos, esto los saca de la zona propia de confort y los lleva a buscar ideas que contradigan las suyas propias, con eso blindan sus conceptos y sacan novedades realmente poderosas.

- ¡Hacen! ¡No esperan a la inspiración celestial! Mark Mason, en su libro “The Subtle Art of Not Giving a Fuck” comenta que estamos educados en un modelo donde debemos buscar inspiración, luego motivación y finalmente a generar la acción. El innovador no espera, arranca así se meta en campos que no son de su experiencia, en el andar empieza a conocer más, esto lo lleva a motivarse por conocer más y finalmente se inspira! (Manson 63).(Mason 63).

En resumen, las personas empáticas aprenden, organizan y construyen, cuentan con ese privilegiado set de recursos llamados coraje, imaginación, voluntad y perseverancia.

Bibliografía y Referencias

  1. The Subtle Art of Not Giving a Fuck (sobra la traducción) de Mark Manson

  2. Sprint: cómo resolver grandes problemas y testear nuevas ideas en tan solo 5 días. Jake Knapp.

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