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El Tesoro de Pazita: un camino de construcción de Paz

Por: José Antonio Maeso, sacerdote católico apasionado por el trabajo con comunidades


En medio de tantas noticias no tan buenas sobre el coronavirus, quisimos hablar de un proyecto desarrollado en Ecuador por el Padre Luis Antonio Maeso, con quien tuvimos la oportunidad de trabajar en 2019 de la mano de UNICEF, ACNUR y ONU Mujeres de Colombia y Ecuador. Para Connect your Brand El tesoro de Pazita es un proyecto inspirador y dadas las circunstancias actuales, nos invita a ser creativos y muy positivos. Les dejamos aquí su historia.


En el 2005, tras una tradición de trabajo social, nace en Esmeraldas, Ecuador, Nación de Paz. La educación popular su bandera, logrando promover la educación inclusiva y para la paz en cientos de niños, niñas y adolescentes con su metodología “El Tesoro de Pazita”. Experta en formar a docentes y estudiantes tanto en situaciones normales como en emergencias y de conflicto.


La metodología lúdica refleja nuestro trabajo realizado en calle con agrupaciones urbano- juveniles, en zonas marginales del campo y la ciudad, en escuelas y centros de adolescentes infractores.


Sin dejar el trabajo comunitario y de calle, comenzó a introducirse de forma más directa en el sistema educativo de la mano de UNICEF y del Ministerio de Educación. Con ambas instituciones lleva trabajando más de una década formando a docentes para que luego repliquen en sus centros educativos todo lo aprendido y lograr impactar en toda la comunidad educativa.


El juego es esencial en el Tesoro de Pazita. Es la forma que tienen los niños de ver y actuar en el mundo. A través de él representan situaciones de la vida real permitiéndoles aliviar la ansiedad y controlar sus sentimientos. Por otro lado, el juego, aunque es libertad, también es un espacio de reglas en el que se debe retroalimentar y analizar para que interioricen aprendizajes y la importancia del control. Uno de los mensajes que les hacemos llegar es que con el juego o se gana o se aprende, pero nunca se pierde.


El contexto de emergencias se plantea el reto de modificar el proyecto original para hacer las herramientas educativas aún más lúdicas y fáciles de aplicar en otros ámbitos; no solo en unidades educativas o en grupos especializados, sino en un público más general. El resultado es esta serie de juegos tradicionales y dinámicas adaptadas que contribuyen significativamente a la educación y a la buena convivencia.

En los contextos donde lo emocional es tan necesario como lo material, la metodología lúdica del TDP presta atención psicosocial comunitaria a familias y, especialmente a los miles de niñas, niños y adolescentes en desastres naturales, o a los que son víctimas de la violencia en la frontera y está preparándose para la respuesta en la pandemia que ahora sufrimos.


Pazita, nuestro Mupple, aportó identidad y, al mismo tiempo, se convirtió en su carta de presentación para lograr que las personas con las que trabajan se enamoren e interioricen su metodología. Además, los títeres son una herramienta fundamental para que los niños desahoguen sus frustraciones, expresen sus sentimientos y desarrollen resiliencia.

Para finalizar queremos responder a un reto, responde que su objetivo es: “que la educación para la paz, entendida como la transformación y gestión de conflictos, respeto de los derechos de todas y todos esté presente los pensum educativos tanto de primaria y secundaria como en las Facultades de Educación de las universidades”.


Si quieres saber más de la labor del Padre Maeso, el padre pandillero como lo llaman te invitamos a ver este video:




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