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Amazóniko: por un mundo más verde

Por: Daniel Rodríguez, CEO de Amazóniko, apasionado por descubrir espacios naturales donde se pueda conectar con la naturaleza



El informe “Calentamiento Global de 1,5°C” publicado en octubre de 2018 por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), organización dependiente de las Naciones Unidas, establece que es necesario limitar el aumento en la temperatura global a un máximo de 1,5°C. De lo contrario, los efectos negativos en los ecosistemas mundiales serán irreversibles. Lograr este objetivo requiere cambios transicionales en el uso de la energía, la tierra, los espacios urbanos y los sistemas industriales, lo que contribuiría ostensiblemente a reducir hasta un 45% las emisiones de dióxido de carbono en 2030 respecto de los niveles de 2010 y alcanzar una emisión cero en 2050. La tarea nunca ha sido tan urgente, pues, como subraya el informe, ya estamos viviendo las consecuencias de un calentamiento global de 1°C: condiciones meteorológicas drásticas, disminución del hielo marino en el Ártico y aumento en los niveles del mar, entre otras. Y los efectos para la sociedad civil son devastadores.


Las acciones que se deben tomar son numerosas y los responsables somos todos. En su gran mayoría, dependen de políticas públicas a cargo de los gobiernos locales en sintonía con el sector industrial, cuya actividad es la mayor causante de las emisiones globales de CO2, debido a la alta quema de combustibles fósiles. A su vez, otras se dirigen a una eficiente planeación urbana, ya que las ciudades consumen el 78% de la energía mundial y producen más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, todas las acciones son utópicas si no somos conscientes del comportamiento humano en relación con su entorno. Tanto los gobiernos, el sector industrial y la ciudad se conforman por personas de carne y hueso.


Si bien el sector industrial se lleva el vergonzoso premio al mayor aportante del calentamiento global, este está directamente influenciado por los patrones de compra y consumo que tiene un mundo cada vez más “cómodo” para el ser humano. El costo del “progreso” nos puede salir muy caro. De ahí que sea imprescindible abarcar el problema desde su raíz, promoviendo ciudadanos del mundo conscientes del impacto que sus acciones tienen en el medio ambiente. Y no solo nos referimos a ser conscientes de las acciones “en contra” del medio ambiente, sino también de aquellas acciones, claras y positivas, para mitigar la huella que deja el ser humano en su paso por el planeta. Todos tenemos un rol ineludible en la conservación de los sistemas naturales, el correcto manejo del agua, de la energía y de los residuos. El planeta funciona como unidad, un engranaje maravilloso más sofisticado que cualquiera que el ser humano haya inventado. Por ejemplo, reducir el consumo de luz y separar los residuos en un hogar de Bogotá, que no tiene mar, contribuye en esta titánica labor global, pues el mal uso, tanto de la energía como de los residuos que generamos, son causantes de la pérdida de ecosistemas marinos, estructuras fundamentales para mantener bajos los niveles de la temperatura global.


Bajo este precepto nace Amazóniko, una plataforma digital capaz de crear un sistema colaborativo de reciclaje, interactuando, conectando y provocando nuevos hábitos en los diferentes actores de la cadena, desde el productor de residuos, al consumidor y los recicladores y las recicladoras. Así, potenciamos la transformación de los residuos provenientes del hogar, no solo evitando que afecten los ecosistemas naturales, sino también retribuyendo a cada actor su aporte al funcionamiento de este ecosistema digital y, más admirable aún, a nuestro entorno.


El cambio climático impacta todavía más a las poblaciones más vulnerables, aquellas con bajos ingresos y poca presencia del Estado. Por un lado, porque muchas de ellas viven en estructuras inestables y en áreas susceptibles a inundaciones o desprendimiento de tierras. Pero asimismo porque tienen recursos insuficientes y un acceso reducido a políticas que garantice su bienestar y una mejor calidad de vida. E, irónicamente, la población más vulnerable que habita en los países en vías de desarrollo, como Colombia, es la que más actúa para mitigar los efectos que la mala disposición de los residuos tiene en el medio ambiente.


Además de la labor que realizan las comunidades indígenas en la cada vez menos inmaculada selva colombiana, hay más historias admirables, aquí, en la ciudad.


Es entonces cuando encontramos héroes invisibles en la lucha contra el cambio climático. Desafortunadamente, por sus características sociales, estos héroes no reciben el reconocimiento que merecen por su extraordinaria contribución a una ciudad más limpia. Estos hombre y estas mujeres trabajan largas jornadas en condiciones laborales inadmisibles para cualquiera de nosotros, por una labor cuyos responsables somos todos. Su labor consiste en evitar que el material que desechamos sin pensar, día a día, hora a hora, impacte en nuestro medio y siga aumentando el efecto invernadero. Estos héroes no son otros que los modestos recicladores de oficio, que, lamentablemente, y por falta de conciencia ecológica, deben untarse las manos en nuestras canecas, en búsqueda de materiales aprovechables que a los ojos de consumidores compulsivos son basura.


Ellos y nuestro entorno hacen parte de Amazóniko, que por medio de un sistema de puntos redimibles en beneficios o descuentos con marcas aliadas, incentiva y enseña a sus usuarios a separar correctamente los residuos aprovechables, generando esa tan necesaria conciencia ecológica y promoviendo consumidores responsables que facilitan el trabajo de los recicladores de oficio adscritos a la plataforma. Es muy fácil. Los usuarios de Amazóniko pueden solicitar la recolección de sus residuos, que previamente deben haber separado y preparado bajo las recomendaciones dadas por la plataforma, para que nuestros héroes invisibles lleguen y los reciban ya listos para su aprovechamiento y posterior transformación. Amazóniko dinamiza, suma y premia los esfuerzos individuales de los usuarios, para que juntos creemos un mundo mejor.

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